OBSERVACIÓN

ACULEO Y LA RESERVA ALTOS DE CANTILLANA


Aculeo: (castellanizado del mapudungún Aculeufú) Lugar donde llegan las aguas

Hasta 1972 Aculeo era una hacienda que se trabajaba íntegramente. Contaba con viñas y sus vinos salían al mercado como Viña Aculeo. Existían grandes plantaciones de trigo, maíz, maravilla, pastos y las engordas se sucedían, fuera de las famosas sandías de Aculeo. Había industrias de cáñamo y todos los materiales necesarios para las numerosas construcciones que se levantaban: ladrillos, tejas, adobes, pastelones, carpintería de ventanas y puertas, herrería, etc. Todo se fabricaba en la hacienda, en el marco de lo que hoy se conoce como Bioconstrucción o Construcción Natural.



Patrimonio Cultural: Obras Arquitectónicas en Aculeo



El patrimonio aculehuano es diverso. Este territorio conservó obras centenarias desde los primeros años de la adquisición de la Hacienda, entre 1861 y 1865. Éstas con muy pocas modificaciones, sólo las necesarias tras los terremotos de 1906 y 1985. Sin embargo, el de febrero de 2010 sólo dejó vestigios de lo que fue la bodega de vinos, el corralón, el centro social, los graneros, las bodegas y las casas patronales.

De Izq. a der.: Iglesia y Bodega de Vinos en Rangue





Patrimonio Natural: Reserva Natural Altos de Cantillana

Vista desde la Reserva hacia la Laguna de Aculeo

Inmersa en la localidad de Aculeo está la reserva Altos de Cantillana, que forma parte de la Ecorregión Mediterránea de Chile, además está clasificada por la ONU como una de las 25 “áreas críticas” (hot spots) de conservación de biodiversidad en el mundo. Esto, debido al alto grado de endemismo regional y por la riqueza de especies de flora. Además es una de las principales fuentes de oxígeno de Santiago de Chile. 
Sin embargo, Altos de Cantillana se encuentra altamente amenazado por la presencia humana: deforestación y pastoreo ilegal; extracción de tierra de hoja; cosecha y comercio de flora; caza de fauna nativa y endémica; vertederos ilegales en sitios ecológicamente sensibles; turismo ocasional; infraestructura residencial y vial; insumos para la minería y las prácticas agrícolas no-sustentables.

Acuerdo para la Conservación del Cordón de Cantillana
Reiterando que la zona mediterránea de Chile cuenta con un alto endemismo biológico y como tal ha sido registrada como uno de los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad mundial, es que se requiere un esfuerzo metódico para su subsistencia y para apaciguar la huella humana, reflejada en los distintos actores mineros, agrícolas, agroindustriales, inmobiliarios y turísticos. Sumado a esto es importante considerar que la Región Metropolitana cuenta con un reconocido escenario de contaminación atmosférica, que se ve en parte contenida por la vegetación natural que le aporta el cordón de Cantillana. Asimismo, los habitantes de la Región requieren de lugares de esparcimiento que permitan un contacto con el medio natural.Por las razones expuestas precedentemente, es que se instaura el proyecto “Conservación de la Biodiversidad en los Altos de Cantillana, con el propósito de unir voluntades y comprometer esfuerzos para abordar en conjunto la preservación de dicho lugar. El plan se basa en una asociación público - privada orientada al desarrollo sustentable de la zona, compatibilizando la conservación de la biodiversidad en tierras privadas con el impulso de las acciones económicas de sus habitantes.